Desde que el pasado sábado 7 de octubre del 2023, el grupo de resistencia islámica que controla Gaza desde hace 16 años, Hamas, lanzara un ataque sorpresa contra Israel, las tensiones políticas, diplomáticas y humanitarias se han incrementado, generando especulaciones y posibles escenarios en torno a la formación de alianzas entre estados a favor de Israel y su más grande aliado en Occidente, Estados Unidos, en aras de restaurar el orden y la paz internacional.
Dejando de lado, las opiniones políticas, centraremos nuestro análisis en las repercusiones económicas que trajo consigo este conflicto, puede nombrarse la elevación del precio del crudo en la primera semana de los ataques, con el incremento de un 4.2 % en el valor del Brent, y de 4.3% en el valor del West Texas Intermediate, con precios que aparentemente iban hacia la baja, de 88.15 USD y 86.38 USD por barril, para terminar el pasado domingo 15 de octubre, en precios de 87 USD y 90 USD respectivamente.
La incertidumbre y el temor a un mayor incremento en el precio, deriva del posible apoyo de países productores del petróleo hacia alguna de las partes en conflicto, como es el caso de Irán, quien ha expresado su apoyo hacia la organización paramilitar palestina, por una parte, y la organización libanesa Hezbolá, quien ya se unió a los ataques en el norte del Estado judío.
Adicionalmente, se encuentra la posibilidad de una disrupción en el tráfico marítimo de la región. Lo anterior, en el estrecho de Ormuz, mismo por el que transita el 37% del transporte marítimo mundial al día. De haber algún entorpecimiento o bloqueo en el estrecho, los precios de los hidrocarburos se elevarían considerablemente, provocando así, alzas en la inflación a nivel mundial.
Por otra parte, no se descarta la posibilidad de una afectación en la paridad del peso-dólar si es que el conflicto se prolonga, lo que podría provocar una depreciación de la moneda mexicana.
Aunado a lo anterior, y hablando particularmente del caso mexicano, las afectaciones pudieran ser más del tipo comercial, considerando que México e Israel mantienen una estrecha relación, en términos de intercambio de bienes y servicios, sobre todo en el sector tecnológico. Para analizar lo anterior, se debe tener un breve contexto de la relación comercial entre México.
Desde la firma del Tratado de Libre comercio entre ambos países en el año 2000 hasta el 2020, las cifras del comercio bilateral crecieron en un 304.2%, de acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Economía Mexicana. En cuanto a cifras generales, el comercio bilateral pasó de $ 210.6 mdd en 1999, a $ 851. 0 mdd en 2020; las exportaciones pasaron de los $ 37.9 mdd a $ 190.6 mdd, y las importaciones de $ 172.7 mdd a $ 660.4 mdd, lo que representa un crecimiento de 403.5% y 282.4%, respectivamente.
El interés por generar vínculos económicos es mutuo. En primer lugar, Israel tiene intenciones de seguir fomentando sus importaciones, especialmente en el sector agroalimentario. Al respecto, en el gráfico 1, se aprecia que dicho sector se encuentra en el top 4 de las ventas que ha generado México hacia Israel, tan sólo en junio del 2023.
Ilustración 1. Ventas de México hacia Israel en Junio del 2023, en USD. Elaboración propia con datos de la Secretaría de Economía
En dicho ranking, el sector con mayores ventas del país es del transporte, mismo que constituye en su totalidad el 51.87 % de las ventas totales hacia el país árabe, y que involucra el intercambio de partes y accesorios de vehículos, remolques y semirremolques y automóviles.
Asimismo, México tiene interés de incorporar los avances tecnológicos israelíes. Esto último, a la vez que esta tecnología extranjera ha encontrado oportunidades de crecimiento en escala, considerando la ubicación geoestratégica de México.
En el gráfico 2, se aprecian el Top 10 de sectores en los que México ha realizado compras a su primer socio comercial de Medio Oriente, en el mismo periodo antes mencionado, donde es evidente la importancia del sector tecnológico en la relación bilateral de estas economías. Tan sólo el ámbito que concierne a la maquinaria representa 52.26% del total de compras mexicanas, de las cuales, el 17.8 % de las mismas lo constituyen los circuitos electrónicos integrados. Entre este sector también se encuentran máquinas para trabajar madera, plásticos, metales, transistores, semiconductores, baterías, imanes, turbinas, filtros para distintos usos entre muchos otros tipos para usos diversos en la industria.
Ilustración 2. Compras de México hacia Israel en Junio del 2023, en USD. Elaboración propia con datos de la Secretaría de Economía
En esta relación bilateral, vale la pena mencionar los estados que mantienen una mayor interacción con nuestro socio árabe, siendo Aguascalientes el mayor exportador en 2022, generando ventas con un valor de poco más 16 millones de USD, seguido del estado de Morelos, con ventas de más de 3, millones de USD en el mismo año.
Por lo previamente mencionado, puede evidenciarse la compatibilidad de negocios que existe entre México e Israel, así como la interacción cada vez mayor de los actores mexicanos, ya sean por parte de los mismos estados o por parte del sector privado.
Para todo lo anterior, una latente escalada del conflicto entre nuestro socio y los grupos armados en Palestina, pudiera significar una disminución del dinamismo en las prácticas comerciales de Israel hacia México.
Ahora bien, ante este escenario, lo que puede suceder es una aceleración del proceso para vincular a las economías de Estados Unidos, México e Israel a través de un Tratado de Libre comercio, lo cual todavía no constituye un proyecto en el corto plazo, pero que ya se tiene en la mira en aras de incrementar los beneficios del mercado americano con el mercado de Israel.
Ante lo anterior, es preciso señalar que México actualmente se encuentra en una posición un tanto complicada en cuanto a política exterior se refiere, puesto que se ha pronunciado como un país neutral ante la guerra en Israel, ante lo cual, las posturas de la embajada israelí en México han considerado estas declaraciones como fuera de lugar, y como un apoyo al “terrorismo”. Por lo acontecido, México debe cuidar esta relación comercial con Israel, apenas incipiente y con tan buenos resultados en tan pocos años de relación bilateral, si quiere expandir sus oportunidades de negocio. Lo anterior, sin descuidar y mantener los principios de política exterior clave de la nación, como lo son, la no intervención, la solución pacífica de controversias, la autodeterminación de los pueblos, la igualdad jurídica de los estados, la promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y seguridad internacional.
En cuanto a su relación comercial con Palestina, ésta no ha sido formalizada en su totalidad, pero sí existe cooperación en distintos rubros, principalmente de México al territorio ocupado, por lo que, el país latinoamericano, debe ser muy audaz al momento de mantener esta relación sin afectar su vínculo con Israel. Hasta el momento, México ha sabido ejercer un control en su interacción con ambas naciones, sin embargo, una presión política o económica por parte de Estados Unidos puede representar un punto de quiebre en esta hazaña diplomática. Sólo con el tiempo podrá determinar si Estados Unidos considera necesario involucrar a sus aliados ya sea en términos económicos o militares en su lucha por hacer prevalecer el estado de Israel, y cumplir sus objetivos geopolíticos en medio oriente.
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