En los últimos años las revisiones electrónicas han estado ganando protagonismo en el marco de las facultades de fiscalización de la autoridad fiscal en México. Este mecanismo, regulado por el Código Fiscal de la Federación (CFF), permite a las autoridades verificar el cumplimiento de las obligaciones fiscales de los contribuyentes de manera más eficiente, utilizando herramientas tecnológicas.
Las revisiones electrónicas son un tipo de fiscalización que la autoridad realiza mediante el uso de tecnología y la información almacenada en sus bases de datos, incluyendo la revisión de declaraciones fiscales presentadas, los CFDI emitidos y recibidos, así como información proporcionada por terceros relacionados con el contribuyente, entre otras cosas.
A través de este procedimiento, la autoridad fiscal identifica y da a conocer inconsistencias o incumplimientos sin necesidad de una visita domiciliaria o una auditoría tradicional, especialmente cuando las irregularidades detectadas son precisas conforme a la documentación con la que cuente la autoridad en sus bases de datos.
El procedimiento de las revisiones electrónicas está regulado principalmente por los artículos 42, fracción IX, y 53-B del CFF, desarrollándose en las siguientes etapas:
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- Notificación de la revisión: La autoridad fiscal notifica al contribuyente, a través del buzón tributario, sobre el inicio de una revisión electrónica. En este acto, no solo se notifica la revisión, sino que también se dan a conocer los hechos que deriven en la omisión de contribuciones y aprovechamientos o en la comisión de otras irregularidades, a través de una resolución provisional a la cual, en su caso, se le podrá acompañar un oficio de preliquidación.
- Presentación de pruebas y aclaraciones: El contribuyente contará con un plazo de 15 días hábiles para presentar la documentación e información que considere necesaria para desvirtuar las inconsistencias señaladas.
- Evaluación de la información: La autoridad analizará las pruebas presentadas y, de considerarlo necesario, puede emitir un segundo requerimiento o ampliar la revisión.
- Resolución: Una vez concluido el análisis, la autoridad emite una resolución determinando si el contribuyente subsanó las irregularidades o si procede la emisión de un crédito fiscal.
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Las revisiones electrónicas son cada vez más comunes en la fiscalización del SAT debido a su eficiencia y bajo costo operativo, por lo que en los últimos años las autoridades fiscales han ampliado el uso de estas revisiones como parte de su estrategia de modernización tecnológica.
Estas revisiones electrónicas, si bien no son tan frecuentes como lo son una visita domiciliaria o una revisión de gabinete, cuando se llegan a ejecutar es derivado de que la Autoridad cuenta con elementos suficientes para sancionar un incumplimiento de obligaciones fiscales. Sin embargo, de acontecer así, el contribuyente cuenta con diversas herramientas legales para defenderse ante una resolución desfavorable derivada de una revisión electrónica. Estas incluyen:
- Aclaración inicial: Antes de que la autoridad emita la resolución definitiva, es crucial que el contribuyente responda de manera adecuada a los requerimientos y presente pruebas completas y contundentes.
- Recurso de revocación: Si la resolución es desfavorable, se puede interponer este recurso ante el SAT dentro de los 30 días hábiles posteriores a la notificación. En él, se deben señalar las inconsistencias en la determinación de la autoridad.
- Juicio contencioso administrativo: En caso de que el recurso de revocación no sea favorable o se decida no interponerlo, el contribuyente puede presentar una demanda ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA). Este juicio permite una revisión más exhaustiva de los argumentos y pruebas del contribuyente.
- Amparo indirecto: Si la revisión electrónica vulnera derechos fundamentales, el contribuyente puede interponer un amparo ante el Poder Judicial de la Federación.
- Mantener información fiscal y contable actualizada: Asegúrate de registrar todas las operaciones y conservar documentos que respalden cada transacción de las operaciones.
- Revisar periódicamente los CFDI: Verifica que los Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI) emitidos y recibidos cumplan con los requisitos legales y contengan datos correctos. Un error común es la duplicidad o la falta de registro de CFDI.
- Supervisar constantemente el buzón tributario: Activa las notificaciones para garantizar que ninguna comunicación del SAT pase desapercibida. Es crucial responder dentro de los plazos establecidos para evitar sanciones.
- Contar con asesoría fiscal especializada: Los Asesores en materia fiscal y Comercio Exterior ayudan a identificar riesgos potenciales, corregir inconsistencias y garantizar una respuesta adecuada en caso de requerimientos. Adicionalmente, es recomendable implementar auditorías internas regulares para detectar y corregir errores antes de que sean observados por la autoridad fiscal.
Las revisiones electrónicas representan un avance significativo en la fiscalización debido a su eficiencia y alcance, pero al mismo tiempo también presentan retos importantes para los contribuyentes. Entre estos destacan la presión de tiempos reducidos para responder a requerimientos y el manejo adecuado de grandes volúmenes de información digital.
Conocer a detalle el procedimiento, los plazos y las herramientas de defensa legal disponibles, como el recurso de revocación y el juicio contencioso administrativo, es esencial para proteger los derechos del contribuyente. Asimismo, comprender las implicaciones de estas revisiones permite no solo cumplir con las obligaciones fiscales, sino también evitar sanciones innecesarias y mantener una relación positiva con la autoridad fiscal.
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