El pasado 8 de septiembre el gobierno presento a la cámara de diputados la propuesta de paquete económico para el 2024, en dicho documento se realiza un análisis de la economía a nivel nacional e internacional, es por ello que en Stratego, nos dimos a la tarea de sintetizar la información contenida en el citado documento, mismo que exponemos a continuación.
PANORAMA ACTUAL
En la primera mitad de 2023, la economía global experimentó un crecimiento sorprendentemente robusto, liderado por Estados Unidos, que mantuvo un crecimiento sólido impulsado por la demanda interna y el mercado laboral positivo. Sin embargo, la zona euro y China tuvieron un desempeño económico más débil. A nivel global, las presiones inflacionarias disminuyeron debido a la normalización de las cadenas de suministro y la caída de los precios de las materias primas.
Aunque la inflación general disminuyó, el componente subyacente se mantuvo resistente, lo que llevó a algunas economías a adoptar políticas monetarias más restrictivas. Se espera un crecimiento económico moderado para el cierre de 2023, pero existen riesgos, como la volatilidad en los mercados financieros y los precios de alimentos y energéticos, debido a factores climáticos y conflictos geopolíticos. Además, el precio del petróleo sigue siendo influenciado por los recortes de producción de la OPEP.
EUA
En la primera mitad de 2023, la economía de Estados Unidos mantuvo un crecimiento del PIB por encima de las expectativas, con un crecimiento trimestral del 0.5% en el segundo trimestre, impulsado por la demanda interna, el consumo privado, la inversión no residencial y el gasto gubernamental. Sin embargo, las exportaciones netas tuvieron un impacto negativo. Se anticipa un crecimiento del PIB del 2.0% para el año 2023, según estimaciones en agosto.
El mercado laboral estadounidense se fortaleció, con un promedio de creación mensual de 258 mil empleos, lo que mantuvo la tasa de desempleo en un mínimo histórico del 3.5% en julio. Las remuneraciones medias por hora también aumentaron.
El consumo privado creció un 2.6% en el año hasta julio, impulsado por un mayor ingreso laboral y el gasto de ahorro acumulado durante la pandemia. Se observó un cambio hacia el sector servicios y un aumento en el consumo de vehículos y autopartes.
La producción industrial superó las expectativas, con un crecimiento del 1.4% acumulado hasta julio, impulsado por la manufactura, especialmente en sectores clave para las exportaciones mexicanas como electrónicos, aeroespacial y vehículos. La inversión en construcción también aumentó significativamente debido a políticas fiscales y de semiconductores.
La inflación general disminuyó del 6.4% al 3.2% en los primeros siete meses del año, principalmente debido al componente no subyacente y al efecto base de precios altos en el año anterior. Sin embargo, la inflación subyacente permaneció elevada. Se espera que las presiones inflacionarias continúen disminuyendo en el resto del año a medida que se disipen los choques de oferta y se reduzcan las presiones en el mercado laboral.
La Reserva Federal de EE. UU. aumentó las tasas en junio y julio debido a la persistente inflación subyacente. Aunque dejaron la puerta abierta para más aumentos, los mercados no anticipan nuevos incrementos en 2023 y, en cambio, esperan recortes en las tasas a partir de 2024, dependiendo de la evolución económica y la inflación. Además, la FED continuó reduciendo su hoja de balance, que llegó a 8.1 billones de dólares en agosto, una disminución con respecto al cierre de 2022.
ZONA EURO
Durante la primera mitad de 2023, la economía de la región creció un modesto 0.3%, marcando una desaceleración en comparación con el año anterior. Esto se debió principalmente a la caída en la producción industrial, especialmente en sectores relacionados con la energía, como en Alemania, donde la manufactura es significativa.
La inflación en la Zona Euro bajó de 8.6% en enero a 5.3% en agosto, aunque seguía siendo alta en comparación con la meta del 2.0% del banco central. Esta disminución se debió en gran medida a la reducción de los precios de la energía y los alimentos. Sin embargo, la inflación subyacente, que no incluye estos elementos, se mantuvo elevada, afectando la confianza del consumidor y la confianza industrial, que alcanzó su nivel más bajo desde septiembre de 2020 debido a las persistentes tasas de inflación y su impacto en los ingresos.
En 2023, el Banco Central Europeo (BCE) mantuvo una postura monetaria restrictiva en respuesta a la inflación subyacente persistente. A lo largo del año, aumentó gradualmente sus tasas de interés en un total de 175 puntos base, con tasas de depósitos en 3.75%, refinanciamiento en 4.25%, y tasa de crédito marginal en 4.50% en su última reunión en julio. Se espera un aumento adicional en la tasa de referencia en el cuarto trimestre según los mercados financieros. Además, el BCE continuó reduciendo su hoja de balance en 15 mil millones de euros al mes, llegando a 7.2 billones de euros en agosto, una disminución de 0.8 billones en comparación con el año anterior.
CHINA
En la primera mitad de 2023, la economía de China mostró un bajo rendimiento, a pesar de la reapertura económica después de las restricciones por el COVID-19. El crecimiento del PIB se desaceleró significativamente, con un aumento del 0.8% en el segundo trimestre, en comparación con el 2.2% anterior, debido a problemas en el mercado inmobiliario, una inversión y producción industrial más bajas.
El consumo privado también se redujo, con una disminución en las ventas minoristas y altas tasas de desempleo entre los jóvenes. Las exportaciones reales se contrajeron debido a la menor demanda global y cambios en las cadenas de suministro. Para contrarrestar el riesgo de deflación, el banco central redujo las tasas de interés a niveles históricamente bajos, y el gobierno implementó medidas fiscales en julio de 2023 para impulsar el consumo privado y el mercado inmobiliario.
ENERGÉTICOS Y DE LOS ALIMENTOS
Hasta agosto de 2023, los precios de las materias primas en los mercados globales se mantuvieron un 13.1% más bajos en promedio que en el mismo período de 2022. A pesar de la volatilidad relacionada con eventos climáticos y tensiones geopolíticas en Ucrania, prevaleció la expectativa de un crecimiento económico moderado en la segunda mitad de 2023 a nivel mundial.
En cuanto al petróleo, los precios del Brent, WTI y la Mezcla mexicana disminuyeron significativamente en 2023, en comparación con 2022, debido a la desaceleración económica en China y la política monetaria restrictiva global. Sin embargo, los precios aumentaron a partir de julio debido a recortes de producción de la OPEP+.
En los combustibles, los precios de la gasolina y el diésel en la Costa del Golfo bajaron en la primera mitad de 2023, pero aumentaron posteriormente debido a los precios del petróleo y cierres no planificados de refinerías en EE. UU.
En el mercado del gas natural, los precios del Henry Hub y el TTF experimentaron fuertes caídas en comparación con 2022, pero persisten riesgos debido a la falta de suministro de gas ruso para el próximo invierno.
En el sector de alimentos, el índice de precios de la FAO bajó en promedio un 15.6% en los primeros siete meses de 2023 en comparación con 2022, con variaciones según los tipos de alimentos. El maíz y el trigo cayeron debido a la abundancia de suministros, mientras que el arroz y el azúcar aumentaron debido a factores climáticos y restricciones comerciales. Existe un riesgo de presiones inflacionarias debido a estas restricciones comerciales en alimentos.
SECTOR FINANCIERO
En la primera mitad de 2023, los mercados financieros en países emergentes experimentaron volatilidad debido a preocupaciones sobre las tasas de interés globales, riesgos en el sistema bancario internacional y la deuda en EE. UU. Sin embargo, esta volatilidad se estabilizó gracias a medidas tomadas por las autoridades financieras y mejores perspectivas económicas en algunos países emergentes.
A finales de agosto de 2023, el riesgo soberano había retrocedido a niveles similares a los de finales de 2022, y las monedas emergentes se apreciaron en comparación con diciembre de 2022. A pesar de la política monetaria restrictiva global, las condiciones financieras se relajaron, aunque persiste la incertidumbre sobre las tasas de interés de la Reserva Federal de EE. UU., lo que podría generar más volatilidad en lo que resta del año.
PERSPECTIVAS ECONÓMICAS AL CIERRE DE 2023
Se espera que la economía de EE.UU. crezca un 2.0% anual en 2023, ligeramente por encima de las estimaciones anteriores debido al crecimiento en el sector de servicios y el consumo. A pesar de esto, se prevé un desempeño más débil en la producción industrial debido a condiciones financieras restrictivas en el mercado. Sin embargo, la inversión en infraestructura manufacturera ha experimentado un crecimiento significativo, impulsando las exportaciones mexicanas, especialmente en la región Centro-Oeste de EE.UU.
Los sectores más integrados comercialmente con la industria manufacturera de México se espera que continúen creciendo, con un enfoque particular en el sector automotriz que ha experimentado un crecimiento del 7.9%. Estados como Texas, Illinois y Michigan, que tienen fuertes lazos comerciales con México, seguirán impulsando las exportaciones no petroleras. En resumen, se anticipa un aumento del 0.5% en la producción industrial de EE.UU. en 2023, lo cual es menor de lo estimado previamente en los Criterios Generales de Política Económica 2023.
Riesgos a la baja
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- Aumento en los precios internacionales de materias primas y volatilidad en los mercados financieros derivado del recrudecimiento del conflicto entre Rusia y Ucrania. Esto podría afectar los flujos financieros y la cotización del tipo de cambio.
- Restricciones a las exportaciones en algunos países. Lo anterior tendría efectos negativos en México en la inflación y el abasto de alimentos.
- Efectos climatológicos y fenómenos meteorológicos como sequías o inundaciones con afectación principalmente en la actividad agrícola, que además generen desabasto y distorsiones en la formación de precios.
- Desaceleración más pronunciada de la economía global, donde la Unión Europea y China ya han mostrado resultados por debajo de los estimados.
Riesgos al alza
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- Disminución o eliminación de las sanciones económicas a Rusia y una menor incertidumbre en los mercados financieros derivado de la resolución del conflicto entre Rusia y Ucrania.
- Una aceleración del crecimiento global y de EE.UU. que permita que variables como el turismo, las remesas y las exportaciones mexicanas contribuyan más al crecimiento económico nacional.
- Un incremento más acelerado de la inversión en EE.UU. asociada a la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley de Semiconductores que incentive una mayor demanda de insumos intermedios provenientes de México, así como de su producción dentro del país.
- Mayor dinamismo en el sector manufactura, tanto aquella vinculada con el exterior como la más integrada con el mercado nacional.
- Una moderación de la inflación general y subyacente que lleve a una revisión significativa de las expectativas y una normalización más acelerada de la política monetaria hacia tasas de interés reales consistentes con una postura neutral.
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