La administración Biden-Harris ha lanzado una serie de medidas históricas para proteger la industria del acero y la construcción naval de Estados Unidos de las prácticas desleales de China. Estas acciones incluyen un llamado para triplicar la tasa arancelaria sobre las importaciones de acero y aluminio procedentes de China, así como una investigación por parte del Representante Comercial de Estados Unidos sobre las prácticas desleales de construcción naval de China.
El presidente Biden ha destacado la importancia del acero como columna vertebral de la economía estadounidense y un pilar de nuestra seguridad nacional. El acero fabricado en Estados Unidos ha impulsado la industrialización del país y ha contribuido a construir la clase media. Hoy en día, el acero de fabricación nacional sigue siendo fundamental para nuestra seguridad económica y nacional. El presidente Biden está impulsando inversiones históricas en el sector del acero y la manufactura, en marcado contraste con la administración anterior.
Mientras que la administración anterior no logró aprobar un proyecto de ley de infraestructura, las leyes de infraestructura bipartidista de Biden, la Ley CHIPS y de Ciencia, y la Ley de Reducción de la Inflación están estimulando cientos de miles de millones de dólares en inversiones del sector privado en manufactura y energía limpia. Bajo la administración Biden, las inversiones en la construcción de nuevas fábricas se han más que duplicado, mientras que se han creado cerca de 800,000 empleos en manufactura y el empleo en construcción alcanza niveles récord. Además, nuestro déficit comercial con China es el más bajo en más de una década, lo que demuestra el éxito de la estrategia comercial y de inversión del presidente Biden.
Sin embargo, los trabajadores estadounidenses en las industrias del acero y el aluminio enfrentan un desafío significativo debido a las exportaciones chinas de estos productos, que están entre los más intensivos en emisiones del mundo. El exceso de capacidad de China y las inversiones no basadas en el mercado en estas industrias significan que los productos de alta calidad fabricados en Estados Unidos deben competir con alternativas chinas artificialmente baratas producidas con mayores emisiones de carbono.
El acero es un insumo crítico para nuestra industria naval nacional, desde los buques comerciales que transportan productos estadounidenses hasta los buques de la Armada de EE. UU. que mantienen la seguridad de los mares globales. Los astilleros comerciales proporcionan capacidad industrial para mantener la dominancia de la Armada de EE. UU. y apoyar a miles de proveedores y empleos.
Ante las preocupaciones crecientes sobre las prácticas comerciales desleales de China, la administración Biden-Harris está tomando nuevas y decisivas medidas para apoyar la manufactura y construcción naval estadounidenses. El presidente Biden ha solicitado al Representante Comercial de Estados Unidos que considere triplicar la tasa arancelaria existente sobre el acero y el aluminio chinos. Además, el Departamento de Comercio de Estados Unidos está tomando medidas contra países e importadores que no juegan con reglas justas y inundan el mercado con productos baratos.
En respuesta a las prácticas desleales de China, el Departamento de Comercio ha impuesto más de 30 aranceles antidumping y compensatorios sobre productos relacionados con el acero desde que el presidente Biden asumió el cargo. Además, se han realizado casi 27 investigaciones sobre acciones anticompetitivas de exportadores chinos y los esfuerzos de países como China para evadir las normas comerciales.
El presidente Biden también está trabajando con México para prevenir la evasión de aranceles sobre el acero y el aluminio importados de México a Estados Unidos. Esto es crucial para evitar que las exportaciones chinas y de otros países ganen acceso al mercado estadounidense y evadan los aranceles impuestos por la Sección 232 o la Sección 301.
Además, el Representante Comercial de Estados Unidos está iniciando una investigación sobre las prácticas comerciales desleales de China en los sectores de construcción naval, marítimo y logístico. Esta investigación sigue una petición presentada por los United Steelworkers (USW) y otros cuatro sindicatos, quienes afirman que la política del Gobierno chino de dominar el sector global de construcción naval, marítimo y logístico se basa en políticas no basadas en el mercado que son mucho más agresivas e intervencionistas que las de cualquier otro país.
Fuente: The White House
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