En los próximos años, la economía mexicana se consolidará en una senda de crecimiento positivo, respaldada por una demanda interna sólida y un mercado interno robusto. Para 2025 y 2026, el consumo privado, la inversión pública y privada seguirán siendo los principales motores del Producto Interno Bruto (PIB), impulsados por la creación de empleos, el aumento de los salarios y un mayor acceso al crédito. A pesar de las tensiones comerciales globales y los conflictos geopolíticos que generan incertidumbre externa, México ha logrado diversificar su economía para mitigar los choques internacionales.
Un elemento clave del crecimiento será la implementación de proyectos estratégicos de infraestructura logística y energética, los cuales no solo mejoran la competitividad del país, sino que también favorecen el fenómeno del Nearshoring y fortalecen la integración de México en las cadenas globales de valor. Además, los Polos de Desarrollo para el Bienestar jugarán un papel crucial con la construcción de 100 parques industriales en sectores estratégicos, atrayendo inversión extranjera, generando empleos bien remunerados y promoviendo encadenamientos productivos nacionales.
Para 2025, se estima que el PIB crecerá entre 1.5% y 2.3%, mientras que para 2026 se proyecta un rango de 1.5% a 2.5%. Este moderado pero sostenido crecimiento estará respaldado por una menor incertidumbre global y un entorno interno estable. Sin embargo, factores como el menor dinamismo en la inversión residencial, choques de oferta persistentes y la cautela empresarial ante posibles cambios en la política comercial de Estados Unidos han llevado a una revisión a la baja en las expectativas para 2025.
En materia fiscal, el Gobierno mantendrá una estrategia prudente y responsable para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública, que se mantendrá estable en torno al 52.3% del PIB en 2025. Los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) se ubicarán entre 3.9% y 4% del PIB en 2025, y entre 3.2% y 3.5% en 2026, lo que permitirá una trayectoria descendente de la deuda en comparación con economías similares. El gasto público se enfocará en programas sociales, infraestructura y transición energética, mientras que la recaudación fiscal se optimizará mediante tecnologías digitales y mayor eficiencia.
El financiamiento del sector público priorizará el endeudamiento en moneda local, a tasas fijas y largo plazo, reduciendo la exposición a volatilidades financieras internacionales. Para 2026, se anticipa una disminución en el costo financiero de la deuda gracias a un entorno global de tasas más bajas y a un menor nivel de endeudamiento en México. Frente a riesgos externos, el país cuenta con una sólida red de protección macro-financiera, incluyendo fondos de estabilización, líneas de crédito con organismos internacionales y coberturas financieras que aseguran la estabilidad fiscal y económica.
Fuente: Secretaría de Hacienda y Crédito Público
Los constantes cambios en la normativa pueden representar riesgos significativos para las empresas que operan en el comercio exterior. En Stratego, proporcionamos información actualizada sobre regulaciones, aranceles y requisitos fiscales, ayudando a las compañías a anticiparse a los desafíos y a tomar decisiones estratégicas. Suscríbete al boletín y accede a análisis detallados, actualizaciones normativas y asesoría especializada para optimizar tus operaciones y minimizar riesgos.
El presente documento no constituye una consulta particular, y por tanto, ST STRATEGO, no se hace responsable respecto a la interpretación o aplicación que se le otorgue. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación, por cualquier medio o procedimiento, sin para ello contar con la autorización previa, expresa y por escrito del autor. Toda forma de utilización no autorizada será perseguida con lo establecido en la Ley federal de Derechos de Autor. Estamos a sus órdenes para resolver sus dudas o comentarios, para más información de este tema y nuestros servicios, sírvase contactarnos en: info@stratego-st.com