La Casa Blanca ha anunciado una exención de aranceles por un mes para las importaciones de automóviles provenientes de México y Canadá, según informó la secretaria de prensa Karoline Leavitt. Esta medida, efectiva durante marzo de 2025, aplica a vehículos que ingresen a Estados Unidos bajo el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). El objetivo es ofrecer un periodo de ajuste mientras se evalúan políticas comerciales más amplias, en un contexto de incertidumbre para la industria automotriz de la región.
El presidente Donald Trump ha sostenido conversaciones con los directores ejecutivos de General Motors, Ford y Stellantis para considerar la posibilidad de extender esta exención, siempre que las empresas cumplan con las reglas de origen del T-MEC. Paralelamente, los fabricantes han propuesto aumentar sus inversiones en Estados Unidos como incentivo para obtener estabilidad en las políticas arancelarias y ambientales, según reportes de Reuters. Sin embargo, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, ha descartado una pausa general en los aranceles, aunque abrió la puerta a posibles negociaciones para ajustes específicos.
La industria automotriz enfrenta riesgos significativos si los aranceles se implementan plenamente. La Industria Nacional de Autopartes (INA) de México estima que un arancel del 25% generaría un sobrecosto anual de 30 mil millones de dólares, lo que podría incrementar el precio de los vehículos nuevos entre 3,000 y 5,000 dólares. En respuesta, la INA planea fortalecer el mercado interno y optimizar costos de producción, mientras prepara reuniones con representantes de Estados Unidos y Canadá en Washington para establecer una estrategia conjunta.
El impacto también podría reflejarse en la producción. Según S&P Global Mobility, un arancel del 25% reduciría la fabricación de vehículos en Norteamérica en un 30%, equivalente a unas 20,000 unidades diarias menos. Actualmente, la región produce 63,900 vehículos al día, con un 65% en EE.UU., 27% en México y 8% en Canadá. Esta disminución dependerá de la ubicación de las plantas y la disponibilidad de componentes, que suelen cruzar fronteras múltiples veces. El Consejo de Política Automotriz Estadounidense (AAPC) ha solicitado que los vehículos T-MEC queden exentos, argumentando que los aranceles afectarían la competitividad y la inversión en la región.
A pesar de la exención temporal, la posibilidad de nuevos aranceles a partir del 2 de abril mantiene en alerta al sector. Las conversaciones de Trump con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sobre el tráfico de fentanilo no han alterado su postura arancelaria, lo que sugiere que la medida tiene motivaciones más amplias. Mientras tanto, la complejidad de la cadena de suministro automotriz, con hasta 20,000 piezas por vehículo provenientes de múltiples países, subraya los desafíos de esta política comercial.
Fuente: US GOV
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