Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), Aduana interior 50, un beneficio o detrimento al Comercio Exterior Mexicano.

Durante una década, desde el 2004 a 2014, estudios efectuados dejaron entrever los problemas que tenía por la sobresaturación el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), al paso de estos años fue asignado presupuesto federal para diversas ampliaciones y modificaciones que le permitieron incrementar su capacidad de recepción de mercancías y desde luego conectividad hacia el centro de país.

Proyectos para la construcción de sedes alternas que ayudaran mitigar la sobrecarga de AICM, se configuraron en cada sexenio y ciertamente como dejar de mencionar los proyectos fallidos para construir una nueva terminal aérea que fuera alivio al problema de sobresaturación mismos que se gestaron de palabra y no de hecho, por ejemplo en terrenos del municipio de Tizayuca, en el Estado de Hidalgo y sin lugar a duda el del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), cancelado por el gran costo público que este generaba, difiriendo con lo que en su momento fue anunciado por Gobierno Federal, el cual estaba planeado para poder operar con pistas simultáneas y así atender la creciente demanda de conexión que se tiene hacia la capital del país.

La necesidad de construir una terminal aeroportuaria con capacidad satisfacer la demanda de millones de usuarios al año y de igual manera miles de toneladas de carga en mercancías, era una de las condiciones que imperaban como una necesidad obvia para que en nuestro país se visualizara la competitividad con la consigna de aspirar a ser una verdadera economía productiva.

Surge la idea del iniciar la obra de construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que de manera muy polémica comenzó a ser un tema controversial para todas las empresas cargueras y relacionadas a la industria del comercio exterior.

La puesta en marcha del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) el 21 de marzo de 2022, generó expectativas de ser una alternativa para las operaciones áreas tanto de pasajeros, como de carga de mercancías, sin embargo, el desdén vino a flote pues en los primeros meses de entrada en marcha el nuevo aeropuerto solo contaba con algunos vuelos, pero no figuraban las actividades de carga o descarga de las mercancías de comercio exterior.

El AIFA, se localiza el municipio de Zumpango al noreste del Estado de México, un punto distante y con altos índices inseguridad en comparativa con el AICM.

El 02 de febrero de 2023, se publicó el Decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF) mediante el cual “se establece el cierre del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México Benito Juárez, para las operaciones del servicio al público de transporte aéreo que se indica”, es decir, se prohíben los servicios de carga en el AICM, y se determina que solo se podrán brindar cuando se realice en la misma aeronave y en donde viajen pasajeros, considerándose que solo en el AIFA se podría desarrollar esta actividad.

Todo cambio genera incertidumbre o certeza, al planear una nueva terminal aérea, no se consideró los efectos colaterales que de manera irreversible afectarían a las operaciones logísticas, siendo los siguientes:

Primer impacto hacia el comercio exterior mexicano, paupérrima planeación y perspectiva de visión a futuro, pues la mudanza de operaciones aéreas genera grandes y elevados costos, así como retos en materia logística y por su puesto aduanera, consecuentemente por la lejanía que tiene el AIFA de los principales Centros de Distribución (CEDIS) de la Ciudad de México.

Segundo impacto, trasladar la carga desde el AIFA hacia diversos puntos de la metrópoli del Valle de México, así como del resto del país, generando un riesgo mayor, debido a que las rutas logísticas donde se encuentran ubicados de manera estratégica los CEDIS, se enfrentarían a temas de la incontrolable inseguridad.

Tercer impacto: las empresas incrementaron los costos de los fletes desencadenando la no competitividad, pérdida de clientes, incumplimiento de contratos y ciertamente de los destinatarios o consumidores quienes sufrirán por el incremento de los servicios y de los productos que adquieran.

Cuando se construyó el AICM, se realizaron exhaustivos estudios, en donde se incluyeron temas logísticos, estratégicos, comerciales, económicos etc.; visionados a futuro pues su diseño y construcción se consolidó hacia un punto estratégico; muy contrario al AIFA, pues simplemente resultará más complicada de trasladarse a los diversos puntos principales de distribución.

Una de las problemáticas que se suma es la falta de recintos fiscalizados, ya que las empresas que operan actualmente en el AICM, no todas pueden renegociar sus tarifas con los clientes en el mismo nivel, pues el AIFA aún carece de las capacidades e infraestructura suficiente para poder establecerse y de abastecer la operación de toda la carga que llegaba al AICM, resultando ser utópico para las empresas que se han mudado actualmente abastecer las operaciones en su totalidad.

De manera general, los recintos fiscalizados que se encuentran concesionados por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) tienen la misión de prestar los servicios de manejo, almacenaje y custodia de mercancías, en inmuebles ubicados dentro de los recintos fiscales.

A la fecha la ANAM, reporta que son pocas empresas que se encuentran operando en el AIFA, afectado la cadena de suministro en las operaciones logísticas, dichas empresas se muestran a continuación:

Aduana Recinto Fiscalizado
Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles Admerce, S.A. de C.V.
Terminal Logistics, S.A. de C.V.
Talma México Servicios Aeroportuarios,

S.A. de C.V.

AAACESA Almacenes Fiscalizados, S.A. de C.V.
JC&JF Cargo, S.A. de C.V.
Interpuerto Multimodal de México, S.A. de C.V.
World Express Cargo de México, S.A. DE C.V.
CCO Almacén Fiscal, S.A. de C.V.
TMM Almacenadora S.A.P.I. de C.V.
Insumos Comerciales Especializados,

S.A. de C.V.

Grupo Camili de México, S.A. de C.V.

 

Los Recintos fiscalizados ya cuentan con su número de registro, sin embargo, al momento estos no se han publicado conforme al apéndice 6 del anexo 22 de las Reglas Generales de Comercio Exterior

Lo anterior, conforme a la cuarta Resolución Miscelánea de la RGCE vigentes, publicadas el 30 de octubre de 2023 y 02 de noviembre de 2023.

Las empresas siguen expectantes para implementar lo necesario con respecto a la migración de aeropuerto y de sus operaciones, y ciertamente algunas de ellas están a la espera de alguna prórroga, para realizar una correcta transición que afecta a la carga aérea.

El AIFA ó la aduana número 50 del país, funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días de año, se supone ayuda a la disminución de la saturación de operaciones comerciales en el AICM, sin embargo su eficiencia operativa, la calidad del servicio y la conectividad entre aeropuertos, aun no refleja lo que proyecto su construcción, pues hasta el momento, únicamente algunas aerolíneas se encuentran operando dentro del AIFA, sus operaciones actuales únicamente cuentan con vuelos de pasajeros a destinos nacionales.

A pesar de que el objetivo de las aduanas sea el mismo y que estas sean reguladas por la Agencia Nacional de Aduana de México (ANAM), cada una de ellas ha dado distintos resultados, cada uno de ellos increíbles.

La aduana número 50, opera con múltiples integraciones tecnológicas que agilizarán el flujo de las mercancías en un proceso de importación o exportación, además de mejorar la tecnología para las áreas del reconocimiento aduanero y en los carriles de transporte de carga.

La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, por conducto del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), inspecciona las mercancías agroalimentarias que arriban a la terminal aérea y, con ello, minimiza el riesgo de introducción de plagas o enfermedades que pudieran afectar la producción y abasto de alimentos en México.

De igual manera la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), a través de la Oficina de Inspección de Sanidad Agropecuaria (OISA), cuenta con elementos técnicos y tecnológicos para operar de manera óptima, ya que en la primera etapa trabajará en los recintos fiscalizados autorizados por ANAM, los cuales están equipados con equipos y tecnología, así como cámaras de conservación y congelación (cámaras frías) que permiten preservar la integridad de los productos durante el proceso de inspección.

Sin embargo, el tiempo se está agotando, por lo que, ahora no suena mal la propuesta de las aerolíneas al Gobierno para migrar la operación en el periodo de un año; esto a efecto de ejecutar de manera gradual y ordenada, las implementaciones tecnológicas, jurídicas y administrativas para que esta aduana tenga la aceptación de los actores del comercio exterior.

 


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